junio 30, 2009

"Chupas" esta

Está chido que estén bajo el Churubusco (si es que ya regresaron). Está chido que los preparen con más de 27 especias. Está chido que sus cazuelas tengan manzano, habanero, morita, frijoles bayos y papas con rajas. Está chido que bajen la peda tan sabroso. Está chido que sus chorizo no sea la manteca embutida que sirven otros. Está chido que (espero) no hayan pasado de diez varos. Está chido que vaya desde la banda más fresa hasta la más denza. Está chido que se hagan los cagados gritando "¡Si quiere de res, aquí es; si quiere de potro, allá con el otro!". Está chido que les llamen "light" a los tacos que solo traen 1 tortilla. Está chido que sean mamones, pues, pero POR QUÉ PUTA MADRE TIENEN QUE PREGUNTARTE "¿CUÁNTOS CHUPAS?

junio 29, 2009

¿vamos a dejar que nos pongan letreros de outsiders perdidos y vencidos?

Para el beato par de lectores que sus oclayos se conminan dar una vuelta por esta incipiente publicación, esta noche les dejo, cómo parte de mi servicio a la comunidad y la difusión de nuestra cultura nacional, una sorpresa cortesía del maese Topo ¡Damas y Caballeros! El mensaje cósmico y desmadroso del mero padrino guacarocanrolero de buen Pasto Verde fragante y amargoso.

http://www.mediafire.com/?mp44ag3ydnn

... Parménides sabía que el rey criollo, ahí nomás, no fue Elvis sino el mismo, porque él era Presley y muchos más...

junio 28, 2009

1 Ronda de Memos

Había una barda y dos Memos sobre esta, con una lata de Modelo a cada lado de cada Memo. Pero algunos aseguran que jamás hubo Memo alguno, solo un buen Memín y otro más Memón ¡Qué importa! sigamos, Que un Memo le dice al otro:

- Pero hermano ¡qué frío tengo! – A lo que el contrario Memo contesta.

- Pega un tiro, para que te sacudas el hielo.

Entonces el escaso Memo cargó el arma. Silbó un suave engaño en la noche malva. Un taciturno vagabundo, baboso y orejudo, se precipitó ladrando desde un solar baldío. Le apuntó entre los ojos temblando y nublados ¡BANG! su cara había volado.

Y se echaron a reír los dos de muy buena gana. El ancho Memo encendió un cigarro y se rascó las gruesas nalgas. Su carnal la pistola le pasó.

- ¡Vas! ¡Vas! – el breve Memo exclamó

El obeso la mirada alzó, en el árbol más cercano una ardilla mansa y vetusta una bellota traía. Encañono la mira mortal ¡PUM! el roedor cayó a menos de una milla. Ambos aullaron como uno, la pólvora y el tabaco los envolvían en humo.

- ¡Vas tú! – El gordo gandul le devolvió al menor la fusca.

Al cielo despejado le dio una vista. Una paloma calva y timorata sin nubes o viento la dirección perdía. La explosión del balazo retumbó ¡BANG!, el ave en mil plumas reventó. Pero los Memos deleitados ¡risa y risa!

- ¡Ya vas! – Concedió el más breve, seguro de su victoria alegre.

El extenso Memo buscaba y buscaba, pero en la cuadra ninguna otra presa veía. Volteó a ver a su hermano y su burlona sonrisa ¡PUM! a ver ahora que tan gracioso le parecía.

Sol Hallado

El gusto por esquivar la mañana me lo pegó una cruda infame hace un par de semanas. La anterior a aquel despertar incierto no había sido una noche próspera en todo el sentido del palabrejo; claro que con alguna suerte de coincidencias y sucesos mas o menos fuera de mi control, el asunto terminó en un desfalco bastante memo y una anécdota para olvidar. Nada grave para las epopeyas del absurdo que suelo emprender cuando las hogueras están bien alimentadas. A lo que iba es que cuando me desperté por fin sentí algo de admiración y empatía por las víctimas de la comedia: Es horrible volver a caer a la tierra con la mitad de los sentidos mínimos indispensables y con los vasos sanguíneos a punto de hacer erupción vía la cabeza. Por lo que con la pereza y egoísmos propios de un jerarca olímpico acomodé mi cabeza y me escondí nuevamente bajo las cobijas. Y pues la neta estuvo chido. Ese día si me desperté hasta las tres de la tarde, bastante amodorrado pero con una vitalidad contemplativa que yo no experimentaba desde los días del vino y rosas (¿alguien conoce la referencia? Insertarla AQUÍ). Contra lo que cualquiera pensaría, el alcohol no era la cura. Por entonces también descubrí, debido al calor, la maravilla de deshacerse los nudos bajo el chorro de agua helada. Ahora me baño así cada vez que me baño. Pero la verdadera sorpresa y madre de todos los ocios la descubrí pasadas unas seis horas: Uno se ahorra mucho tiempo que perder hasta que llega la parte divertida del día: La Noche. No es que sufra de muchas otras enfermedades modernas, pero quien no tenga cuatro esquinas se habrá dado cuenta que al cobijo de la oscuridad no sólo existe el reven perpetuo; también es el mejor tiempo para escribir, fumar, jugar videojuegos o pasear al perro. Con los días fui inventando excusas: el domingo, pues porque era domingo. El lunes porque no tenía nada que hacer. El martes porque me sentía totalmente pendejo y así. Pronto ya no necesite excusas, lo admito: Lo hacía porque me gustaba. Lo más temprano que me desperté desde entonces fueron las 11:57, ya que tenía un boleto valido por un viaje entonces. Si fueron días de nihilismo - diversión insensata - hasta que llegan esas mañanas que son como si despertara en otro planeta (tenía mucho frío para empezar) y a pesar de que en sueños me asaltó el coraje de la ñoña más guapa del D.F (a lo cual adjudicó la turbulencia matutina), me desperté con el Maese Cuervo en la cabeza: Uno de los siete zenzeis de la nave ácida. Desaparecido y que de pronto supe tendría que ir a buscarlo, desde luego él no lo va buscarme a mí. Sentí que tantos amaneceres en la basura bien los pudo haber utilizado para tal empresa (con la ñoña claro, ya no puedo hacer nada). Tan pronto me di cuenta de esto recordé aquella vez que como caído del cielo apareció al lado mío por la maqueta de la antigua Tenochtitlán junto a la catedral, seguro no me buscará pero ya me encontraría. En ese momento las cosas volvieron a parecerse a si mismas. Prendí la computadora, accedí y me senté a escribir al respecto. Aquello fue simbólico, lo que tenía que ver es que en las mañanas también se puede escribir, fumar, jugar videojuegos y pasear al perro, pero también unas cuantas cosas más. Prometo mañana estar en la línea del frente a primera hora (bueno, las nueve).

junio 27, 2009

La Troca Salvaje

Cuando brincaba por el mundo a pasos cortos de avechucho recuerdo que los X - Games eran pero la onda. Unos güeyes tal cuales rockstars, sin la velocidad del riff pero la de la tabla, cuya mera adicción a los vuelos insensatos les procuraba patrocinios, morras, vueltas en paraísos tropicales y tantas otras desvanecencias con que la realidad establecida rellena la desolación de los ídolos que hacen girar sus rondanas. Cómo el rock también (o cómo tantas otras cosas: El amor, la trascendencia o la revolución y más) el juego de mercantilismo sucio inyectado en la mentes ociosas (adolescentes) para venderles playeras, tenis, videojuegos y guitarras punk divertidas e higienizadas era esa garantía inalienable del ser a dosis de emociones cardiacas que todo mundo creía tener derecho durante los noventa ¡Y una mierda! (así lo traducirían los de Anagrama). El afán de salir volando y dar tres vueltas en el aire no lego a mis contemporáneos nada más que los mejores madrazos de su vida. Y del acelere sólo nos quedó algo de resaca y un carajo: La subida de adrenalina era tan efímera como el tiempo que pasamos erguidos en el aire. Los hematomas, las cortadas, el sudor y la mugre pegada en las rodillas daban al aterrizaje la impresión de durar para siempre toda la semana. Y claro fue el tiempo (que, para ser una ficción, hace daños incalculables) quién dictaminó la solución a todo: Nos ardimos, nos separamos o juntos inventamos las nuevas maneras de perderlo cada año. Yo estaba cada vez más convencidos que, de volver a precipitar mi ser en una manera poco venturosa y en absoluto meditada, sería la porción mental y no la material la que se aventaría el viaje. De la espiritual ni se hable, yo aún no sé ni por dónde empezar. El caso es que así me mantuve desde que deje de ser niño hasta ahora que no termino de mutar en adulto (I'm not growin' up/I'm just burnin' out! a próposito del hazlo-tú-mismo de centro comercial). Estaba perfectamente conforme con esta decisión, convencido de tornarme en un cínico pazguato devorador de reses y aves y gordo y calvo, completamente inconsciente de alguna responsabilidad o integridad humanas. Sonaba perfecto pero, para el enajeando qué no se dio cuenta (que los hay), el pasado Jueves 25 de Junio de 2009 fue un día bizarro como una iguana marina tomando el sol sobre la calva de Diógenes. Y siguiendo ese orden de ideas a un ojete (mamón-hijoputa-cabrón) le pareció perfectamente natural, o incluso una tarea de inscripciones divertidamente perversas, arrollar al inadvertido a punto ex - peatón que se disponía plantar sus pies de inmediato sobre el camellón. Cómo fue ni sé, la versión más fiel de la historia (es decir la única fuente al que no podríamos adjudicar los vicios de víctima ni victimario) viene del amigo de esta publicación: El carnal Tock y sus múltiples impresiones, a saber: A) La lobo en el de alta B) La lobo cruzando los carriles hasta el de baja C) El rugido del motor multiplicando sus revoluciones D) La única, irrepetible postal de dos cuerpos sospechosamente etéreos casi a punto de deshacerse en la gravedad de nuevo. Cómo una pinga inoportuna me erguí por completó apenas toque suelo con el único próposito de volver a desplomarme fuera de peligro. Fue uno de esos momentos en los que, sin explicación alguna, mi consciencia pareciera querer ahorcarme: Empezé a cagarme cómo un condenado (de la risa, claro está). Jamás había estado tan elevado (de un sólo putazo, claro está) y entonces fui que lo entendí todo (no, en realidad, nada más 1 cosa): El dolorpuede resultar muy esclarecedor. Ahora toda experiencia será a la cabeza, en todo sentido.
* * *
Y para que se convenzcan que no es tan malo, un video: